Por: Jesús Amador
Chetumal.- Ha transcurrido la primera de las seis semanas de proselitismo y la candidatura de la priista María Hadad Castillo no levanta en el municipio de Othón P. Blanco, a tal grado que el aliancista Manuel Valencia Cardín figura como el adversario a vencer para el equipo del panista, Fernando «El Chino» Zelaya.
Es obvio que a Hadad Castillo y al grupo de mujeres que mantienen secuestrado al PRI en Quintana Roo no le están saliendo bien las cosas, principalmente por excluir de su planilla de regidores a importantes cuadros políticos del tricolor y por no aceptar que son «huérfanas», porque desde el 2016 carecen de tutor.
En una encuesta celebrada a finales de abril pasado, Hadad Castillo aparecía en la segunda posición con el 18 por ciento de las preferencias, superando por tres puntos a Manuel Valencia y 13 puntos debajo de «El Chino» Zelaya. Pero en una medición similar de la semana pasada, el panista Zelaya aparece con el 33 por ciento, seguido de Valencia Cardín con 19 puntos y en tercer sitio María Hadad con el 17 por ciento, respectivamente.
Además de la fuga de los líderes y a la falta de apoyo del gobernador en turno, la debacle de Hadad Castillo se debe en buena medida al hastío que tienen los chetumaleños hacia el PRI, a la simulación en que ha caído su equipo de campaña y por la dejadez de sus aliados (militantes del Partido Verde y del Panal), quienes sólo estiran la mano para recibir dadivas de la campaña.
Hadad Castillo aún tiene tiempo para recomponer el camino, restan cinco semanas, más de 37 días de campaña, pero la encomienda luce complicada porque para lograrlo es necesario que la candidata cambie su forma de pensar, que deje su ego de «Súper Mary» y adopte una postura de humildad para sumar liderazgos que tanta falta le hace.
Mientras María Hadad y sus mujeres sigan inmersas en su burbuja de cristal será difícil ubicarla como seria aspirante a ocupar la presidencia municipal de Othón P. Blanco en septiembre próximo.
Los mayúsculos yerros de la ex senadora suplente (compañera de fórmula de Pedro Joaquín Coldwell en el 2006-2012) son aplaudidos por el panista «El Chino» Zelaya, pero más por el aliancista Manuel Valencia, quien sigue sumando a villanuevistas, joaquinistas, felixistas, morcillistas, ovandistas y hasta borgistas a su equipo de campaña.
No cabe duda que Mary Hadad está desperdiciando una enorme oportunidad para trascender en la vida política de Quintana Roo. Quizá estemos equivocados y el verdadero sueño de la citada dama es fungir como regidora en el cabildo de OPB en el próximo trienio.
Tiempo al tiempo…