Por: Jesús Amador
No cabe duda que ni en el peor de los escenarios el Gobernador, Carlos Joaquín González imaginó la serie de problemas que enfrentaría en su primera semana como titular del Poder Ejecutivo de Quintana Roo, lo que a la fecha mantiene suspendida la designación de los funcionarios del gabinete ampliado.
Ocho días después de rendir protesta como el octavo gobernador constitucional de Quintana Roo, Carlos Joaquín afronta su primer mayúsculo problema. Por una parte requiere nombrar a servidores públicos con probada capacidad para desempeñar sus funciones, pero por otra parte, darle empleo a los miles de quintanarroenses que lo apoyaron durante su campaña proselitista, situación que se antoja sumamente difícil.
Tal acción ha sido aprovechada por varios mercenarios de la política para hacer su agosto en pleno septiembre, quienes han obtenido muy buenas posiciones en la nueva administración estatal desde donde, lejos de cumplirle al Gobernador CJ y a la sociedad, seguirán trabajando para sus respectivos proyectos políticos.
Acciones como la antes mencionada permiten presumir –ojala y esté equivocado- que las buenas intenciones de Carlos Joaquín por mejorar el nivel de vida de los quintanarroenses tendrán que esperar, cuando menos hasta que el puñado de seudo-políticos desistan de seguir ordeñando la ubre gubernamental o hasta que satisfagan su gula.
Hasta cierto punto es normal la existencia de voces discordantes que critican los nombramientos de los nuevos funcionarios del gobierno de Carlos Joaquín, en especial de aquellas que desde hace varios años creyeron en el proyecto político de CJ, pero muchas de ellas (personas) desconocen que para garantizar la gobernabilidad forzosamente tienen que haber negociaciones entre diversas fuerzas políticas, como ocurre en esta ocasión.
Carlos Joaquín cedió importantes posiciones dentro el gabinete legal y seguramente también lo hará en el ampliado para mantener el equilibrio político y poder desarrollar su programa de gobierno. El necesita de aliados para sentar las bases de su gobierno.
Las posiciones más notorias han sido la Secretaria de Educación y Cultura (SEyC) y la Secretaría de Salud (Sesa), donde sus titulares, subsecretarios, directores, jefes de oficina y jefes de departamento pertenecen a partidos políticos ajenos a la alianza (PAN-PRD) que lo postuló e hizo ganar la gubernatura.
Hasta hoy Acción Nacional (PAN) es el partido con mayor inherencia en el gobierno de Carlos Joaquín, porque además de tener el control del Congreso del Estado, tienen bajo su cargo la Secretaria de Gobierno, Secretaria de Finanzas y Planeación (Sefiplan) y en breve, la Administración Portuaria Integral (API).
Mientras al PRD solo tiene la Secretaria de Desarrollo Social e Indígena (Sedesi) y la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (Capa).
Pero tales acciones han generado gran inconformidad entre los miles de seguidores que tienen el gobernador, quienes no quitan el dedo del renglón y siguen soñando que obtendrán un empleo bien remunerado.
Quizá por la inmensa presión que continúa recibiendo por parte de amigos y enemigos, el pasado viernes Carlos Joaquín declaró que no tiene amigos y que gobernará para todos los quintanarroenses. Fue un mensaje subliminal para “sacudirse” a mucha gente.
Pero no todo fue malo para Carlos Joaquín en su primera semana como gobernador, cotejó contar con el respaldo del Poder Legislativo y los presidentes municipales de los once municipios para gobernar Quintana Roo.
Y como dirían en mi rancho, prepárense para lo que viene…