Por: Jesús Amador
Lejos.- Lejos de velar por los intereses de los bacalarenses y hacer valer su condición de «representante popular», el diputado Ramón Javier Padilla Balam optó por esconderse para no interponer ante el Congreso del Estado una demanda contra el presidente municipal de Bacalar, Alexander Zetina Aguiluz, quien de manera por demás turbia adjudicó una propiedad municipal a un grupo empresarial.
A pesar de fungir como presidente de la Comisión de Asuntos Municipales en la XV legislatura, el profesor Padilla Balam desatiende la enorme inconformidad expresada por la comunidad bacalarense ante el burdo y anti ético actuar de su máxima autoridad municipal (Alexander Zetina), quien sin pudor alguno cedió a un grupo empresarial un lote propiedad del Ayuntamiento.
Por una parte se entiende la postura de «avestruz» que tomó el profesor Ramón Padilla Balam, quien agachó la cabeza ante Alexander Zetina, porque es su tutor político, por él logró la candidatura a diputado por la coalición PRI-PVEM-Panal que lo catapultó a ocupar su actual encomienda.
Pero tal situación debería ser ya una acción juzgada para Padilla Balam y ahora debería enfocarse en defender los intereses de los bacalarenses, quienes están ávidos de contar con un verdadero representante popular.
Será que Ramón Padilla aproveche gigantesca oportunidad para multiplicar su popularidad ante los habitantes del décimo municipio u optará por conservar la ami$tad de su compadre Alexander Zetina Aguiluz?
Yo en su lugar optaría por la primera, porque a pesar de haber pactado con un partido politico (de color azul) la candidatura a la presidencia municipal en el 2021, esto no le garantizaría obtener el triunfo.
O dejará que sus adversarios políticos -de manera particular los morenistas, encabezados por la próxima diputada, Ana Pamplona- encabecen tal lucha y sigan sumando adeptos?
Tiempo al tiempo…