Por: Jesús Amador
Chetumal.- No hay fecha que no se cumpla, plazo que no se venza, ni deuda que no se pague y en este tenor se encuentra el flamante dirigente de la sección XXV del SNTE en Quintana Roo, Fermín Pérez Hernández, quien se anda escondiendo del gobernador Carlos Joaquín González porque de plano no ha apoyado la causa (promover en el magisterio el voto por los candidatos de la alianza PAN-PRD-MC) y muchos menos ahora que su verdadero jefe, Juan Díaz de la Torre, dirigente nacional de la agrupación, le exigió y ordenó «invitar» a los profesores a votar por el priista, José Antonio Meade.
La indicación nacional obliga al desapercibido Fermín Pérez a quitarse la careta, a enfrentar como hombre de convicción priista su verdadera responsabilidad la cual es promover y dar la cara por el proyecto de Antonio Meade, aun cuando este sea contrario al de sus propios intereses porque después de rendir protesta (julio del 2016) ipso facto se puso la playera de CJ.
Ha sido tal la sumisión de la sección XXV del SNTE con la dirigencia que encabeza Fermín Pérez con el gobierno estatal que varios agremiados optaron por engrosar las filas del Sindicato Independiente de los Trabajadores de la Educación en Quintana Roo (Siteqroo) y Sindicato Independiente de los Trabajadores de la Educación de México (Sitem), donde las «libertades políticas» son mayores.
Es obvio que junio será un mes difícil para Fermín Pérez, porque por una parte deberá buscar alternativas para no quedar mal con Carlos Joaquín a fin de seguir gozando de las prebendas y tampoco desatender el llamado de su líder nacional, Juan Díaz, porque a pesar que trabajan para un proyecto muerto, el SNTE necesita oxigenarse para resistir el feroz embate que seguramente vendrá después de las elecciones por parte del grupo de Elba Esther.
Y el horno de Fermín Pérez no está para bollos, su liderazgo se cae a pedazos. En los casi dos años lo ha sostenido con «alfileres» porque el grueso del gremio magisterial quintanarroense no lo respalda, lo señalan de ser un impostor electo por la cúpula nacional y no el verdadero líder que ellos buscaban.
Entonces, además de suplicar ayuda de sus antecesores y de su asesora Bertha Cobos, Fermín Pérez deberá reencontrarse a sí mismo y decidir continuar siendo priista o panalista, porque será difícil que siga nadando de a «muertito».
Tiempo al tiempo…