Por: Jesús Amador
Chetumal.- Los resultados de las elecciones en el Estado de México y la detención del ex gobernador, Roberto Borge Angulo, cambiaron el panorama político de Quintana Roo tanto para la elección del 2018, como para las del 2019 y 2022, respectivamente.
Aun cuando será hasta mañana miércoles cuando la autoridad electoral determine al triunfador de los comicios del domingo pasado tanto en el Estado de México como en Coahuila, Nayarit y Veracruz, los efectos políticos comenzaron a sentirse desde el mismo momento que terminó el conteo rápido y el principal ganador, rumbo a las elecciones federales del 2018, es el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
La gran incógnita de los políticos quintanarroenses se despejó al final de la jornada electoral y ahora más que nunca ex priistas, ex perredistas, ex panistas y los de las nuevas generaciones de quintanarroenses, seguramente se sumarán al proyecto político de Andrés Manuel López Obrador
La copiosa votación obtenida por Delfina Gómez permite a los morenos de Quintana Roo pensar en cosas serias para las elecciones del primer domingo de junio del 2018 donde se renovarán las once presidencias municipales, cuatro diputaciones federales y la formula al senado.
Obvio que para José Luis Pech Várguez, coordinador de Morena en Quintana Roo, será difícil elegir a sus abanderados porque seguramente serán varios quienes aspiren a contender por las siglas del Movimiento y bajo la tutela de AMLO.
En contra parte a Morena, el PAN seguramente buscará mantener la alianza con el PRD para no sólo competir sino buscar retener sus tres presidencias municipales y arrebatarle alguna al PRI, como también pretende hacerlo Morena.
La detención de Beto Borge es un duro tropezón para el desfigurado PRI-Quintana Roo pero en realidad representa un «gancho al hígado» para el Partido Verde, en especial, para las aspiraciones de Remberto Estrada Barba y Jorge Emilio González, quienes desde ahora trabajaban para que la candidatura a la gubernatura en el 2022 sea encabezada por ellos.
Tras la caída del otrora poderoso Beto Borge y ante la complicidad manifiesta de los ex gobernadores, Félix González Canto y Joaquín Hendricks Díaz, hacia el gobernador, Carlos Joaquín González, es casi un hecho que el PVE perderá bonos en Quintana Roo y que futuro dependerá en buena medida del desempeño que tengan sus alcaldes, representantes populares y aliados.
Sin duda, que los resultados electorales y la caída de Borge, serán un enorme aliciente para el PRI en Quintana Roo porque permitirá «sacudirse» de los borgistas que aún tienen secuestrado al tricolor y se resisten a dejarlo, O no es cierto mi estimado Ray?