Por: Jesús Amador
Chetumal.- Aunado a los presuntos actos de corrupción que impera en la actual administración municipal de Othón P. Blanco, habría que agregarle el desconocimiento que tienen algunos de sus funcionarios por hacer bien su trabajo, en esta ocasión nos referimos al director de deportes, Héctor Herrera Valerio, quien por sus «tanates» pintó de color beige las grandes del estadio de béisbol infantil «20 de noviembre», cuando por cuestiones deportivas deberían utilizarse colores fuertes (verde olivo, azul rey e incluso, rojo quemado como el de Morena).
Enorme es el malestar que existe entre los aficionados al rey de los deportes (béisbol) y de la pelota suave (softbol) por la osadía que cometió el novato dirigente deportivo municipal, quien sin un apice de capacidad, mandó a pintar las grandes del mítico inmueble de la Independencia de un color beige.
Resulta obvio que Herrera Valerio desconoce pormenores de estas disciplinas deportivas, cuya principal encomienda es pintar de colores fuertes -lo ideal sería de color verde olivo o un azul rey-, el fondo del campo y las gradas con el objetivo que los jugadores puedan ver la trayectoria de la pelota.
Quienes trinan de coraje son los patrocinadores, dueños y representantes de las ligas de softbol capitalino, porque aportaron una buena cantidad de dinero para la dizque remodelacion de citado campo al cual únicamente le dieron una «mini manita de gato» y utilizaron pintura de pésima calidad, similar a la que venden en los supermercados en 180 pesos el bote de 20 litros.
Resulta urgente que este flamante funcionario deportivo se «empape» de las reglas y tradiciones de todas las disciplinas deportivas, porque su encomienda no necesariamente saber de fútbol.
Por lo pronto y viendo que esta administración municipal se caracteriza por otorgar viáticos a diestra y siniestra, no estaría mal que el joven Héctor Herrera visite estadios de béisbol de la Liga Mexicana (LMB) o de Grande Ligas y observar de qué color están pintadas.