Por: Jesús Amador
Chetumal.- Una verdadera encrucijada viven la mayoría de los partidos políticos en Quintana Roo a escasos 40 días del arranque del proceso electoral, porque a excepción de Morena-PT y PVE que ya «amarraron» su alianza, los restantes deambulan esperando «señas» -que por cierto se tardan de enviar- del equipo de Carlos Joaquín.
A excepción de los recién creados partidos políticos estatales, quienes por Ley competirán solos para ver si logran conservar su registro, los restantes, llámese PAN, PRD, PRI y Movimiento Ciudadano, analizan números para ver la forma de mejorar sus porcentajes de votación, porque en la pasada elección recibieron una catastrófica tunda que hasta la fecha los mantiene en terapia intensiva.
A las par con los citados partidos político, los grupos económicos y sociales de Quintana Roo pretenden e intentan cerrar filas para que Carlos Joaquín conserve la mayoría en la XVI legislatura, pero la encomienda luce muy, pero muy difícil, principalmente porque carecen de candidatos con arraigo popular o que gocen de la simpatía de los quintanarroenses.
Además de la falta de «cuadros políticos» de estos partidos, habría que agregarle el tiempo perdido por los «operadores» políticos de CJ, quienes a la fecha únicamente han mandado estériles mensajes a través de Virgilio Gómez Morales, personaje que no ha desaprovechado la oportunidad para jalar agua a su molino, a tal grado, de vociferar que él es el candidato de CJ para la gubernatura en el 2022.
La demora de la gente de CJ ha envalentonados a los dirigentes del PAN como del PRD, Juan Carlos Pallares Bueno y Rafael Esquivel Lemus, respectivamente, quienes se atrevieron a decir que irán solos en la elección del 2019.
Misma situación se vive con Movimiento Ciudadano (MC), quien a través de su delegado nacional en Quintana Roo, Rafael Rivero Aburto, dejó entrever contar con el aval de su dirigencia nacional para competir solos en la elección de diputados locales.
Algo parecido ocurre con el maltrecho PRI, pero hay que esperar el desenlace de los próximos días, porque a pesar que la dirigencia estatal y militancia exigen competir solos, el coordinador de la bancada tricolor en la XIV legislatura, Jose´ Luis Mendoza, insiste en formalizar la alianza PRIAN, es decir, la unión del PAN y PRI.
Será que estos dirigentes -principalmente los del PAN y PRD- en verdad creen que pueden ganar algunos de los 15 distritos electorales? Yo lo dudo, sin embargo, les concedo el derecho a la misma. Desde ahora presumo que están tomando una decisión «suicida» y se encaminan al precipicio, pero sobre todo, están eligiendo un camino sin retorno.
Si en verdad los aliados quieren que Carlos Joaquín conserve la mayoría en el Poder Legislativo en los próximos tres años, necesariamente tendrán que cambiar la estrategia y apostar por una mega alianza legal y de facto, seleccionar a los menos malos candidatos tanto del PAN, PRI, PRD, MC y de los dos partidos políticos locales, para poner competir contra los morenos y sus aliados.
Pero del dicho al hecho hay un enorme trecho y dudo que estos políticos logren el objetivo, seguramente la arrogancia y desmedida ambición de muchos de estos terminarán por «enterrar» esa jugada maestra, quizá, en estos momentos, la única viable para que CJ mantenga el control del Poder Legislativo de Quintana Roo.
Tiempo al tiempo…