Por: Jesús Amador
Chetumal.- En su justa dimensión se debe ver y medir la prórroga de 6 meses solicitada por el senador quintanarroense Eugenio Segura Vázquez a sus colegas de la Cámara Alta del Congreso de la Unión para que entre en vigor el cobro migratorio de los 860 pesos a los turistas que bajen a territorio nacional vía cruceros, ya que se trata de una situación compleja, por una parte asegura ingresos extras al gobierno federal, pero por otra atenta contra el semi desarrollo económico que poblaciones como Mahahual apenas comienza a tener con los turistas que bajan en el Puerto Costa Maya.
Lejos de situaciones políticas, este tema debe tratarse con arista especial porque la decisión que tomen los involucrados significará mucho, principalmente para los mexicanos que viven de manera directa del turismo que llega al país a través de los puertos.
Sin duda, el cobro de los 860 pesos por impuesto migratorio a cada turista que baje en los puertos mexicanos, contemplados en la Ley Federal de Derechos (LFD), afectaría directamente a Quintana Roo por la cantidad de turismo que recibe por esta vía (Cozumel y Mahahual).
He ahí la razón de la prórroga de 6 meses solicitada por el senador Gino Segura. En primera -presunción propia-, este tiempo serviría para dialogar con los empresarios navieros, principalmente los estadounidense, quienes consideran como un exceso el cobro de esos 860 pesos (43 dólares). En segunda, plantearle a la propia presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, la problemática que genera tal impuesto y la afectación a terceros, en este caso, el pueblo.
Es simple y sencillo, si un turista que llega al muelle Costa Maya de Mahahual y a la hora de bajar de su crucero le quieren cobrar los 43 dólares por el impuesto migratorio, es casi seguro que no bajaría, entonces se colapsará la economía de toda la gente que ofrecen servicios, desde los tour operadores, artesanos, restauranteros, masajistas, meseros, etc…
Entonces, reitero, estamos ante un problema mayúsculo que necesariamente la gobernadora Mara Lezama deberá tratar en la primera esfera de la política nacional, máxime si tomamos en cuenta su cercanía con los empresarios nacieron, la cual le valió para que en meses pasados aceptarán el pago de 5 dólares por turistas que desembarquen en los puertos Quintanarroenses.
Existen condiciones económicas y políticas para que el gobierno federal reajuste citado cobro? Yo creo que sí, cuando menos en el segundo plano (lo político), tomando en cuenta el riesgo que se tendría de perder el auge económico en algunas regiones, por ejemplo, Mahahual Costa Maya
Vaya forma que tuvo Gino Segura para “estrenar” la Presidencia de la Comisión de Turismo en el Senado, pero es en medio de las tempestades cuando un político demuestra su valía.
Tiempo al tiempo…