
Por: Jesús Amador
Chetumal.- Sano sería para quienes definen el rumbo de Morena en Quintana Roo hacer un exhaustivo análisis sobre la continuidad de Johana Acosta y su grupo al frente de la dirigencia estatal, obviamente si quieren evitar algún desaguisado en el 2027, porque a pesar de los triunfos obtenidos que en las últimas tres elecciones (incluida la del Poder Judicial), la militancia cuestiona el quehacer de la misma y vaya que tienen razón, tomando en cuenta que lo “sembrado” por el ex presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), y los ‘agregados’ que aportan la gobernadora Mara Lezama y la propia Presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo, no se reflejan en las urnas.
Comparto las inconformidades expresadas por los morenistas sobre lo que ha dejado de hacer la dirigencia morenista en la entidad que encabeza la arriba mencionada Carrilloportense. Ella es la responsable de vigilar que en verdad se trabaje para ampliar el número de militantes, pero para este escribiente, y quizá seguramente también para muchos militantes y simpatizantes, ha comprado “espejitos”.
Los números son pírricos, la militancia cuestionan que ni con la efervescencia de AMLO, el trabajo de Mara y de la Presidenta Claudia, se incremente el número del padrón de militantes, al contrario, en las urnas va a la baja.
Falta de pericia o capacidad? Cualquiera puede ser. Quizá el mayor problema para honorable dama es que hasta el día de hoy no ha podido demostrar los porqués fue electa dirigente de la Cuarta Transformación (4T) en Quintana Roo. Insisto, “pastorea” al rebaño, pero no logra estar a la altura del ‘segundo piso’ que requiere el movimiento.
La indicación del secretario de organización del CEN de Morena, Andy López Beltrán, la de afiliar a casi 200 mil quintanarroense (para ser exactos 180 mil), es solo un parteaguas de la encrucijada que no logra superar Johana y su comité, día a día ceden terreno con sus aliados del Partido Verde Ecologista (PVEM), quienes aprovechan las bondades que tienen para fortalecer su estructura.
Seguramente, tras lo observado en la elección del pasado primero de junio, tanto la del Poder Judicial, como las elecciones locales de Veracruz y Durango, el hablar de la continuidad de Johana Acosta y su dirigencia debe ser parte medular en la “agenda de riesgo” de los asesores de la cúpula guinda.
A Morena en Quintana Roo le urge contar con una dirigencia que aporte, sume y aproveche todo lo que hace la Presidenta Claudia, la gobernadora Mara, los once presidentes (as) municipales y sus representantes populares, respectivamente, porque hasta ahora la de Johana Acosta parece ser una simple representante de una oficina de gestoría de la presidenta municipal de Felipe Carrillo Puerto.
El reloj avanza y la percepción de insatisfacción ambula en varios sectores del morenismo quintanarroense, claman por tener una dirigencia que en verdad trabaje a “ras de tierra”, que escuche y atienda a todos por igual, que sude la playera e interactúe con todos los sectores de la sociedad, sin complejos ni fobias.
Seguirá el Consejo Político Estatal, el que encabeza Jorge Jorge Sanén Cervantes, y otros endes partidistas haciendole la chamba a Johana Acosta y su dirigencia? Podría ser, pero difícilmente cumplan con las exigencias del CEN, el cual ya trae trazada la ruta para la elección del 2027 y 2030.
Veremos una nueva dirigencia que surjan de las entrañas del morenismo? Sería lo más probable, y no descartemos que sea un alfil del candidato (a) a la gubernatura de Quintana Roo en el 2027, suena lógico y sería algo así como una avanzada.
Tiempo al tiempo…