Por Mario A. Millán
Chetumal.- Muy activa se observa a la presidente municipal de Othón P. Blanco, María Luisa Alcérreca Manzanero, su trabajo como alcaldesa no es criticable, es casi aplaudible, como debió ser desde el momento mismo en que al gobernador Carlos Joaquín González decidió dejarla en lugar de Luis Torres y no hasta ahora.
Luego del revés electoral que recibió Fernando Zelaya, candidato oficial del gobernador Carlos Joaquín González, era sumamente necesario “reactivar” el dinamismo en el Ayuntamiento capitalino que, en alguna ocasión, inyectó Luis Torres, quien, deseoso, quiso dar un brinco de chapulín de alto nivel a la diputación federal, pero el pueblo no lo apoyó y acabó perdiendo en las urnas.
¿Fue necesario el llamado enérgico del gobernador Carlos Joaquín González para que María Luisa se pusiera a trabajar? Por supuesto, fue por la inactividad, inoperatividad, dejadez, desidia, que demostró la presidente interina cuando, por “decisión” del Cabildo “autónomo”, fue nombrada presidente municipal de Othón P. Blanco; sin embargo, ella no se tiene la culpa, porque simplemente se trataba de un mero trámite porque seguro estaba el Gobernador y su séquito de “asesores” de que la elección la ganarían tranquilamente con Zelaya, acción que no sucedió.
Es cierto que la ley electoral establece condicionantes para el servidor público; sin embargo, esas condicionantes no amparan a nadie para no hacer nada. Ejemplo claro es que el Gobernador continuó su agenda normal y sus comunicados se convirtieron en “tarjetas informativas” que se enviaron a los medios de difusión.
Pero, sostengo,en el Ayuntamiento capitalino todos se durmieron en sus laureles.
En fin, María Luisa se ha puesto las pilas y también, a falta de un buen asesor de comunicación social, ella misma difunde en redes sociales sus quehaceres como munícipe, incluso divulga la información que generan otras áreas del Ayuntamiento. ¡Enhorabuena!
AYUNTAMIENTO AUTÓMATA…
Es una lástima que, aún cuando hay autoridad municipal, el Ayuntamiento carece de autonomía como dicta la Constitución, y queda demostrado que el Cabildo baila al Son que toque el Gobernador, ya que cedió, mediante suscripción de “convenio”, las facultades del cobro del Impuesto Predial.
Se trató, obviamente, de un acto de revanchismo político, de un acto de mala leche como coloquialmente se dice para poner piedras en el camino a Hernán Pastrana, quien aplastó electoralmente a Fernando Zelaya en las urnas.
Reclamos y mentadas a mariomil968@gmail.com