Por: Jesús Amador
Chetumal.- ¿Será que alguien en su sano juicio -que tenga coherencia en lo que dice y piensa-, asegure que las presidentas municipales electas de Isla Mujeres y Puerto Morelos, Atenea Gómez Ricalde y Blanca Merari, respetaron los topes de gasto de campaña y únicamente gastaron 3 mil 300 pesos diarios durante su campaña proselitista? Yo creo que solo los inspectores del INE lo hicieron, pues hasta el día de hoy no hemos visto o enterado de sanción impuesta a alguno (a) de los candidatos (as) a las once alcaldías de Quintana Roo sobre citado tema.
A casi un mes de celebrarse los comicios, somos varios los quintanarroenses ávidos en conocer los números finales entregados por los inspectores del INE que de manera cotidiana fiscalizaron (se supone que lo hacieron) los gastos de campaña de todos los candidatos (as) en los once municipios de Quintana Roo, porque a simple vista muchos de los hoy presidentes (as) municipales electos (as) superaron, y por mucho, las cantidades económicas establecidas en la ley.
De entrada, y a ojo de buen cubero, presumimos que en municipios como Isla Mujeres, Puerto Morelos, Bacalar, Tulum y Felipe Carrillo Puerto, el gasto de campaña fue mucho mayor al establecido como tope.
Por ejemplo: Blanca Merari tuvo 150 mil 335 pesos con 26 centavos como tope de gastos de campaña en Puerto Morelos. ¿Usted cree que con los 3 mil 340 pesos diarios que dispuso (legalmente) la presidenta electa de Puerto Morelos lograba cubrir los gastos esenciales de su proselitismo, gasolina de los vehículos que movilizó tanto en la cabecera municipal como Leona Vicario y central Vallarta, así como alimentación y sueldos de su staff?, es obvio que no.
¿Y qué dirán de los gastos realizados por la presidenta electa de Isla Mujeres, Atenea Gómez Ricalde, quién con 151 mil 298 pesos con 95 centavos, es decir 3 mil 362 pesotes diarios logró movilizar logística y pagar salarios a su grupo que se encargo de hacer proselitismo tanto en la isla como en la zona continental de su demarcación? Obvio que no.
Ustedes creen que José Alfredo Contreras Méndez, el hoy presidente municipal electo de Bacalar, gastó únicamente 229 mil 357 pesos con 64 centavos durante su campaña proselitista. Es decir, 5 mil 96 pesos diarios para recorrer la cabecera municipal y las 58 comunidades (incluida Chila Vista)? Obvio que no
¿Será que Marciano Dzul Caamal, alcalde electo de Tulum, únicamente gastó 252 mil 486 pesos con 14 centavos durante los 45 días de intenso proselitismo que llevó a cabo. Esos 5 mil 610 pesos diarios le alcanzaron para cubrir los gastos esenciales de su staff que movilizaba? Obvio que no.
Y qué decir de la presidenta electa de Felipe Carrillo Puerto, Mary Hernández, quien con 401 mil 857 pesos y 72 centavos llevó a cabo un sinfín de eventos masivos en la cabecera municipal y en las 89 comunidades. Con 8 mil 930 pesos y 15 centavos que dispuso al día hizo «maravillas»? Obvio que no.
Lejos de exhibir a los participantes del pasado proceso electoral, el meollo de estas líneas es exigirle al INE que cumpla con la encomienda. No dudamos de la honorabilidad del personal del INE, aunque durante la campaña proselitista fuimos testigos de algunas acciones que dejaron mal sabor de boca porque se hicieron a los «ciegos y oídos sordos» al momento de reportar asistencias a los mítines, gastos de oficinas de campaña, registro de vehículos de los candidatos, artículos publicitarios, facturas «patito», entre muchas otras cosas.
¿Qué tendrá que decir al respecto doña Claudia Rodriguez Sánchez., vocal Ejecutiva de la Junta Local Ejecutiva del INE en Quintana Roo. Exigirá «cuentas claras» a sus subalternos o dejará que fluya como cualquier otra «peccata minuta»?
Tiempo al tiempo…