
Por: Jesús Amador
Chetumal.- Sin duda que el llamado hecho por la presidenta nacional de Morena para que sus aliados (PVEM y PT) asuman como suyas las “recomendaciones” del decálogo ético, principalmente en el tema del nepotismo, cimbró a todos los actores políticos cobijados por la Cuarta Transformación (4T), pero de manera particular al nutrido grupo de morenistas de Quintana Roo, quienes ya trazaron línea para competir por cualquiera de los dos citados partidos, en las elecciones del 2027.
Las palabras de Luisa Alcalde -seguramente, dictadas desde palacio nacional- son precisas: “Si el PT y PVEM quieren ir en coalición con nosotros (Morena) deberán ajustarse a las reglas”, así de simple y sencillo, aunque suenen o tenga estilo de una dictadura.
Estoy convencido que tal pronunciamiento causará varios dolores de cabeza, principalmente entre los grupos políticos locales que ya implementaron estrategias para que su gente alcancen candidaturas en el 2027.
Aún cuando el llamado para respetar las normas establecidas en el código de ética (nepotismo) es grande, los aspirantes o “suspirantes” deberan sortear otros escollos si quieren aspirar a administrar los recursos economicos del pueblo quintanarroense, incluso hasta “cambiar de sexo”.
Si hablamos de legalidad, deberíamos aplaudir los intentos de la Presidenta Claudia Sheimbaum Claudia Sheinbaum Pardo por querer cimentar una buena democracia en el país (No nepotismo, no reelección). Y también a la novel dirigente guinda, al pretender que sus aliados asuman el compromiso de respetar las reglas del juego electoral, ya que no solo se trata del protagonismo, sino la esencia es que la Cuarta Transformación (4T) alcance los objetivos del “segundo piso” y conservar el control del país en el 2030 y 2036, sucesivamente.
Ojalá los factores fácticos que mueven los hilos del poder en México lo permitan, pero se necesita el respaldo de los políticos de casa (Morena), cosa que hasta ahora no vemos, ellos o esos, quieren conservar canonjías a través de sus familiares (nepotismo), piensan que aún viven en la época de los virreinatos.
Tiempo al tiempo…