Por: Jesús Amador
Chetumal.- Aún cuando están acostumbrados a jugar a la política en su máxima expresión, desde ahora se da por descontado que en el 2019 los cozumeleños protagonizarán la más reñida competencia para elegir a su representante en la décima-sexta legislatura.
Es obvio que en los quince distritos electorales quintanarroenses se librará una contienda para elegir al diputado que los representará en la XVI legislatura del Congreso de Quintana Roo, pero ninguna tal especial, políticamente hablando, como la del onceavo distrito.
A pesar de que su labor es calificada «más que regular» y por ende se da por descontado que buscará la reelección, la actual diputada panista, Gabriela Angulo Saury, no parte como la favorita para ganar los comicios del primero de junio próximo.
Existen varias razones por las cuales la reelección de citada diputada no se daría en automático, la principal sería porque ya no contaría con el apoyo total del gobernador Carlos Joaquín, quien inclinaría la balanza en favor del priísta, Emilio Villanueva Sosa.
Porque además de ser sinónimo de triunfo, el menor de la dinastía de los «fish» fue uno de los principales operadores «joaquinista» que permitieron a CJ ganar la elección en el 2016.
Pero de manera adicional, y aún cuando el alcalde Pedro Joaquín impulsa para que el secretario de la comuna, Manuel Cota, alcance la candidatura, no tendría ningún problema para respaldar la unción de Villanueva Sosa por la amistad que los une.
Y es que tanto Carlos Joaquin como Pedro Joaquín ( tío y sobrino) saben que deben tejer fino y con enorme precisión, porque enfrente tendrán de contendiente a la popular Juanita Alonso, a quien desde ahora se ve como la candidata de la poderosa alianza posible Morena-PVEM con todo el respaldo nacional.
Hasta el momento así se mueve el tablero político en Cozumel, pero por la magnitud de lo que está en juego -que el gobernador, Carlos Joaquín gane el voto de calidad de Cozumel, conserve la mayoría en el Congreso del Estado y se afiance en la isla del origen familiar- no se descartaría negociaciones a otras alturas, e incluso, el surgimiento de un «tercero en discordia», porque la prioridad es continuar el proyecto político.
Tiempo al tiempo…