Por: Jesús Amador
(segunda y última parte)
Aún cuando en teoría se supone que tanto la Comisión de Derechos Humanos de Quintana Roo, como los diputados de la XVI Legislatura están para defender los intereses de los quintanarroenses, en los hechos ocurre todo lo contrario, al menos en el caso del intento de despojo del predio que la AGEPRO pretende hacerle al ciudadano, Felipe Ramírez González en Tulum.
Vale recordar que en la primera parte de la entrevista con Don Felipe, que Quintana Roo Express (www.qrooexpress.com.mx) dio a conocer ayer, explicamos detalladamente como la cuestionada AGEPRO y la Fiscalía Anticorrupción de Quintana Roo fraguan todo para despojar -ilegalmente-, el predio que se encuentra a un lado del hotel «Acuario».
«El día 19 de agosto de 2020, es decir, apenas tres días después de que el apoderado del AGEPRO, Ignacio Martínez Palicio, presentó la perversa querella por el falso delito de despojo, la propia ex coordinadora del MP en Tulum, Estela Labastida y Jeans Gaspari Chablé Yupit, se encargaron de asegurar mi predio, lo que me obligó a presentar el primero de septiembre mi denuncia (276/2020) ante la fiscalía anticorrupción con sede en Playa del Carmen, por los delitos de Despojo Calificado, ejercicio ilícito del servicio público y negligencia en el desempeño de función todos ellos perseguibles de oficio, en contra de los ministerios públicos ya señalados y en contra de Carlos Flores Hidalgo, Abraham González Balboa y José Ignacio Martínez Palicio, ampliando en su momento la denuncia en contra también de Aaron Contreras Vázquez, Hiram Anuar Reyes Chaidez y José Eduardo Serrano Bustillo, quien ostenta el cargo de coordinador jurídico del AGEPRO.
El 14 de mayo de 2021, se amplió la denuncia, ahora por delito de quebrantamiento de sellos que la AGEPRO realizó», comentó.
Dijo que han pasado varios días (meses) y hasta la fecha, el ministerio público, Sandy Yashury Baeza Puga, encargada del caso, no ha realizado un solo acto de investigación (o al menos notificarlo) tendiente al esclarecimiento de los delitos denunciados, a pesar de que son perseguibles de oficio.
«A la fecha lo único hecho por la MP, Sandy Baeza, es citarme en par de ocasiones en sus oficinas que tiene en Playa del Carmen, para preguntarme sí tengo o no más datos de prueba que aportar. Obvio que no proporcioné ninguno más, incluso, pedí el apoyo a su superior jerárquico, Danni Pastrana Solís, Titular de la Unidad de Investigación, Acusación y Procesos Zona 1, de la Fiscalía Especializada en el Combate a la corrupción, quien, irónicamente dijo que él no era nadie para decirle a los ministerios públicos a su cargo como realizar su trabajo», agregó.
Don Felipe Ramírez explica que tal situación lo obligó a presentar. El día 22 de julio de 2021; la queja (VA/SOL/143/2021) ante la C. Lucely Beatríz Yam Kú, Visitadora adjunta adscrita a la tercera Visitadora General de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Quintana Roo, solicitando se emita una recomendación por actos de corrupción impetrados por la Ministerio Público Especializada en Combate a la Corrupción, Sandy Yashury Baeza Puga, pero, también, hasta hoy su caso está en espera.
– Con el ánimo conciliador, el 25 de agosto pasado (2021) envío a la diputada-presidenta de la Comisión Anticorrupción de la XVI Legislatura de Quintana Roo, Euterpe Alicia Gutiérrez Valasis, una solicitud de audiencia para plantearle mi problema y el 7 de septiembre a través de su secretaria privada, Lilibeth González, me prometieron avisar para atenderme, pero hasta la fecha sigo esperando. Es obvio, ante la vista de cualquier humano, que el accionar de los funcionarios de la Comisión de los Derechos Humanos como el de la Diputada, Euterpe, denotan una clara apatía y desinterés», apuntó.
Don Felipe, con todo estas triquiñuelas usted aún tiene confianza en la impartición de justicia en Quintana Roo?
«Creo en la justicia divina, confío en lo establecidos en las Leyes, sé que tarde o temprano recuperaré mi predio. Ya que, desde hace más de 37 años, ostento la posesión, física, continua, interrumpida, en calidad de dueño, real y material, de el. Que en aquellos ayeres al personal del catastro de la Isla de Cozumel me lo vendieron bajo un contrato a la palabra. Lo que busco, es que se me sea vendido al precio en que lo adquirí. Soy un hombre de bien, un quintanarroense que ha contribuido toda su vida para que el progreso y desarrollo económico y social se perciba en la región. Nunca he actuado mal, primero Dios estaremos bien», concluyó.