Por: Jaime Castilla
Buena Esperanza, municipio de Bacalar.- Convencida de que para una mujer no hay imposibles, la mánager de los Felinos de Buena Esperanza, Ana María Bacab Dzib se muestra contenta y orgullosa porque en solo dos años de retornar a la Liga Campesina de Béisbol Zona B consiguió el campeonato, como lo hiciera su progenitor hace 18 años como manager-jugador.
La heredera de la tradición familiar por el «rey de los deportes», retornó
al juego a través de la dirección equipo Felinos de Buena Esperanza -una de las más antiguas comunidades que tiene hoy en día Bacalar- y se dio a la ardua tarea de lidiar con jóvenes y adultos para hacer un equipo ganador. Con el paso de las jornadas y secundado por buenos resultados mejoró el ambiente en el grupo y la manager se ganó la confianza de la mayoría de los peloteros.
-Fue algo difícil en un principio, porque a pesar que en el equipo la mayoría de los jugadores son familia, es decir, primos, tíos, sobrinos, todos tenían su forma de ver el béisbol y «leer» cada encuentro-, explicó.
«Fue un proceso difícil, pero con entrega y dedicación conseguimos llevarnos el máximo galardón de béisbol que se juega en esta zona del municipio de Bacalar, tuvimos altibajos, pero sin duda el respaldo de nuestra gente nos sacó adelante», refirió de manera emocionada.
Ana María heredó la pasión por el béisbol desde sus abuelos, pasando por sus tíos y su papá Don José Armando Bacab Poot, quien hace 18 años había conseguido el último título para Buena Esperanza y lo consiguió como manager y pitcher campeón.
Hoy Ana María Bacab Dzib mira hacia el futuro y espera lograr ganar el juego de Campeón de Campeoenes que se diputará con el ganador de la Zona A, la cual aún está entrando en el pléiofs semifinal.