Por: Jesús Amador
Chetumal.- Que el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador haya venido a Cancún en tiempos en los que Mara Lezama es la virtual candidata de la alianza morenista a la gubernatura de Quintana Roo, trae de manera explícita un mensaje político, significa o confirma el reconocimiento y simpatia que AMLO tiene hacia la citada politica que gobierna y administra el principal destino turístico del mexicano.
En el momento más álgido de la turbulencia política que se vive el actual proceso electoral (similar a lo hecho hace más de un año cuando Mara y Marybel Villegas se disputaban la candidatura a la alcaldía de Benito Juárez), AMLO aprovechó la gira de trabajo para dejar constancia hacia donde camina su proyecto político en Quintana Roo.
Es obvio que AMLO no quiere dejar ningún cabo suelto de la «operación cicatriz» emprendida por la dirigencia nacional de Morena con sus grupos políticos en los 6 Estados donde se renovarán las gubernaturas, y menos en Quintana Roo que desde hace años anhela gobernar y para la cual ha preparado a Mara Lezama.
Pero como viejo «lobo de la política», AMLO cierra círculos para conservar la confianza que goza de más del 80 por ciento de los quintanarroenses, sabe que no puede vender «espejitos» o «humo», sino fortalecer los apoyos sociales y hacer obras relevantes que beneficien a todo el entorno económico de la región, como la anunciada ayer.
Y es en estos momentos donde AMLO necesita contar con gente de su entere confianza para que aterrice el proyecto de la 4T.
Si Mara como presidenta municipal logró convencer a AMLO para remodelar el boulevard «Colosio» y hacer el puente Nichupté. Entonces, si el proyecto morenista avanza sobre lo planeado, ¿Podrá Mara convencerlo para que por fin la obra del canal de Zaragoza, el impulso a la zona cañera, el desarrollo económico de Chetumal (zona libre y la llegada de Sectur) y Bacalar, así como el de la zona maya (José Maria Morelos y Felipe Carrillo Puerto), se hagan realidad?
Tiempo al tiempo…