Por: Jesús Amador
Chetumal.- Queda muy claro que hasta ayer (7 de octubre), la gobernadora Mara Lezama ha cumplido con el «compromiso político» apalabrado de la 4T con el ex gobernador, Carlos Joaquín González, pero presumimos que este ya llegó a su fin, o al menos esa relación ya no será tan tersa debido a que los «boquetes» financieros, los mismos que por meses CJ y compiches negaron, «maquillaron» y trataron de ocultar, ya brotaron por doquier.
El rostro que traía la mandataria estatal a la hora de aceptar o reconocer la existencia de adeudos superiores a los 5 mil millones de pesos, independiente a los más de 21 mil millones de pesos de deuda pública que reconoció CJ, lo decía todo. Era visible su enojo, su semblante reflejaba frustración, el mismo que pone uno cuando se siente traicionado, cuando abusan de tú confianza.
Insisto, seguramente desde ayer viernes 7 de octubre habrá un antes y un después en la relación entre Mara Lezama y Carlos Joaquín, porque a pesar de la recomendación de «ya saben quien», la sangre de Mara también hierve como la de los miles de quintanarroenses que nos sentimos vilapandiados humillados o engañados por Carlos Joaquín González y su séquito de colaboradores, quienes por varios meses sustuvieron que entregaban el gobierno con finanzas sanas y presumieron por, supuestamente, reducir la deuda pública. Una vil falacia.
¿Qué necesidad tenía Carlos Joaquín y su gobierno para mentirnos a los quintanarroenses sobre el boquete financiero que iban a heredar? ¿A caso pensaron que Mara Lezama y la 4T lo iba a proteger siempre?
Mara hizo bien en reconocer públicamente la realidad en las que recibe las finanzas de la administración estatal, los quintanarroenses tenemos el derecho de saber el destino del dinero público, como también las acciones legales que seguramente emprenderán contra aquellos funcionarios que hurtaron o utilizaron indebidamente los recursos públicos del pueblo.
¿De qué tamaño será el «hoyanco» de la deuda pública heredada por Carlos Joaquín a Mara Lezama? Expertos en números y conocedores del tema, presumen que además de los 21 mil millones de pesos de deuda pública, el gobierno «joaquinista» arrastra adeudos extraordinarios que superan los 10 mil millones de pesos, entonces, la realidad es que Quintana Roo arrastra un déficit superior a los 30 mmdp (yo presumo que se quedaron muy cortos, con los intereses podría rebasar los 40 mmdp), es decir, casi duplicaría % la deuda entregada por Beto Borge.
¿Estaría usted de acuerdo con que la gobernadora Mara toque puertas en el gobierno federal para pagar la deuda de CJ, o apoyaría una exhaustiva y microscopica auditoría a todos los «joaquinistas» para hallar por dónde hurtaron el dinero de los quintanarroenses?
La opinión de este humilde escribiente, es que es hora de honrar la palabra empeñada.
Tiempo al tiempo…
Muy justo es que se haga una verdadera investigación y de ser culpable CJ. Se le prosese conforme a derecho y de no hacerlo el Gobierno actual se volverá COMPLICE