Por: Jesús Amador
Chetumal.- Después de saborear las mieles del triunfo desde junio pasado cuando obtuvo la diputación plurinominal que le permitió dirigir la poderosa Comisión de Hacienda, Presupuesto y Cuenta Pública en la XV Legislatura del Congreso del Estado, desde ayer el perredista Emiliano Ramos Hernández comenzó a probar los sinsabores de las derrotas que seguramente lo obligarán a replantear su proyecto político porque ahora si se antoja difícil que encabece la fórmula que enviará el sol azteca por las senadurías en Quintana Roo.
Seguramente ni en sus peores sueños Emiliano, el líder moral del clan de los Ramos-Bustamante y Ramos –Hernández, pronosticó el actual escenario político donde su honorabilidad como diputado pende de un hilo ante los señalamientos que utilizó su influencia legislativa para incrementar el presupuesto del Tribunal Electoral de Quintana Roo (Teqroo) a cambio que este instituto anulara la elección de Jorge Carlos Aguilar Osorio como presidente del PRD-QROO.
Cabe señalar que el 9 de octubre del año pasado Jorge Carlos Aguilar Osorio ganó la presidencia del PRD en una asamblea que careció de quórum, motivo por el cual Emiliano Ramos la impugnó y 40 días después (19 de noviembre) el Teqroo la anuló regresándole la dirigencia a este último, lo que ayer nulificó la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), con sede en Xalapa.
Ahora sin el control de la dirigencia estatal, el poder político de Emiliano Ramos se reduce considerablemente y sus posibilidades de encabezar la fórmula perredista al Senado de la República son mínimas. Además de perder la maniobra política y financiera partidista, este descalabro permite que sus adversarios, principalmente Julián Ricalde Magaña, resurjan y vayan con todo para sacarlo de la jugada.
Es obvio que las tribus perredistas trinan de felicidad. Están haciendo leña del árbol caído porque Emiliano Ramos se agandalló con las posiciones que el gobernador, Carlos Joaquín González otorgó en la administración estatal para los militantes del sol azteca y se da por descontado que ahora se unan para obstaculizar las aspiraciones políticas del citado y catapultar a cualquier otro perredista.
La historia que vive Emiliano Ramos tiene similitudes a las que vivió su padre, Salvador Ramos Bustamante durante la década de los 80´s, cuando el ex gobernador, Mario Villanueva Madrid le dio oportunidad de ser senador de la República, pero que desgraciadamente, como ocurre con «Emi», se enfermó de poder.
Como bien dicta el argot beisbolero: El juego no se acaba hasta que caiga el out número 27 y en estos momentos Emiliano Ramos es el último jugador que se encuentra en la caja de bateo con una cuenta de tres bolas y dos strike, es decir, ya no puede dejar pasar ningún lanzamiento.
Entonces, no hay de otra, la bebe o la derrama..