Por: Jesús Amador
Chetumal.- Por enésima ocasión se corrobora que Mary Hadad y sus amigas mantienen secuestrado al PRI en OPB, en esta ocasión el experimentado operador político, Eduardo Arismendi Novelo, renunció como dirigente de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP) en el municipio capitalino.
La basta experiencia y trayectoria partidista de Lalo Arismedi no fue considerada por María Hadad Castillo a la hora de integrar la planilla que registró para contender por la alcaldía pompeyense.
Mary Hadad y su grupo de mujeres, donde sobre salen los nombres de Judith Rodríguez, Alondra Herrera, Arlet Molgora y Lizbeth Gamboa, entre otras, mantienen una arrogante actitud hacia otros sectores del PRI que aspiran a tener su espacio en la planilla tricolor.
La postura adoptada por Mary Hadad y sus amigas contrasta al discurso que pregona la dirigencia nacional del PRI, la cual se comprometió a darles oportunidades a cuadros representativos de sectores, a militantes con trayectoria limpia y con empatía ante la ciudadanía.
Lejos de cumplir con la encomienda Mary Hadad mantiene la postura de privilegiar intereses personales, como el de Alondra Herrera, quien a pesar de fungir como presidenta interina del PRI en Quintana Roo, encabeza la lista de regidores.
Acciones como las antes mencionadas ha provocado la desbandada de cientos de priistas, lo cual seguramente se observará en las urnas.
Nos queda claro que Mary Hadad y sus amigas no aprendieron de la derrota del 2016. Mantienen el sueño guajiro de que ganarán con sus cada vez menos votos.
Tiempo al tiempo…