
Puerto Morelos, Quintana Roo, a 11 de enero de 2017.-La regidora Ludivina Menchaca llamó a atender las causas que provocan la mortalidad materna, que afecta, principalmente, a las comunidades rurales e indígenas.
En este sentido, señaló que cifras de la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud, ponen a Quintana Roo entre las entidades que superan la media nacional de la Razón de Mortalidad Materna (RMM) junto con Baja California, Campeche, Colima, Estado de México Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Michoacán, Morelos, Nayarit, Oaxaca, Querétaro, Sonora y Yucatán.
Los datos de 2016 indican que la RMM es de 30 defunciones por cada 100 mil nacimientos estimados, lo que representa una reducción de 21.0 puntos porcentuales respecto al 2015, cuando eran 31.9 defunciones.
En este sentido, reconoció los avances, cuando en 2011 se reportaron mil 36 muertes, lo que se traduce en 54.1 mujeres por 100 mil, pero 30 por cada 100 mil aún es una cifra alta y “hay mucho por hacer”.
Enumeró que las principales causas de defunción son: enfermedad hipertensiva, edema y proteinuria en el embarazo, el parto y el puerperio (35.3%), hemorragia obstétrica (21.6%) y enfermedad del sistema respiratorio que complican el embarazo, el parto y el puerperio (5.9%).
Las entidades que tienen el mayor número de defunciones son: Estado de México, Guerrero, Michoacán, Sonora, Guanajuato, Hidalgo, Oaxaca y Veracruz.
“Luchar contra la mortalidad materna está relacionado con la lucha contra la pobreza, que ataca a la población más vulnerable e indefensa. Una razón de mortalidad materna, neonatal e infantil elevada indica un alto grado de inequidad social y de género, así como de deficiencias en la cobertura, el funcionamiento y la calidad de los servicios de salud”, dijo.
Ludivina Menchaca señaló que la mortalidad materna, neonatal e infantil son tragedias, y se han descuidado porque las que sufren son personas ignoradas, con menos fuerza e influencia en la toma de decisiones, son pobres y por encima de todo, mujeres o niños.
De ahí, señaló, se requiere que la visión de género sea abordada de forma transversal en las políticas públicas y que las leyes impulsen la igualdad de oportunidades, la perspectiva de género y el respeto por los derechos reproductivos de las mujeres.
Y aunque hay avances, México debe continuar luchando contra las causas, mejorar la atención médica, sobre todo en comunidades indígenas.
Es preocupante, indicó, que en los últimos años está aumentando el porcentaje de nacimiento en menores de 20 años de edad y que la necesidad insatisfecha de anticonceptivos en adolescentes sea del 24.6 por ciento, lo que se traduce en un aumento de embarazos entre adolescentes.
Destacó que en promedio 12 por ciento de las adolescentes en México son madres y esa proporción aumenta a 15 por ciento en el caso de las menores de 20 años de edad que viven en zonas rurales y a 17 por ciento en adolescentes indígenas.
El promedio nacional de mujeres que desean utilizar algún método y no lo utilizan es de 9.8 por ciento, pero en los estados con mayor población rural e indígena es superior.
De ahí, comentó, la necesidad de impulsar políticas públicas que permitan revertir esta situación. A través de campañas informativas, así como el aumento del presupuesto del programa de Atención de la Salud Reproductiva y la Igualdad de Género en Salud.
“También es urgente implementar la atención universal y gratuita en la atención de la salud materna, durante embarazo, parto y posparto, donde participen activamente los tres niveles de gobierno”, concluyó.