Por: Jesús Amador
Chetumal.- Hoy las principales ciudades de Quintana Roo, llámese Chetumal, Bacalar, Felipe Carrillo Puerto, Tulum, Playa del Carmen y Cancún, vivieron una parálisis del servicio de taxi, el cual podría repetirse en los próximos días y genere mayores caos si la autoridad judicial federal otorga «luz verde» a Uber para que preste el servicio.
Sin caer en el futurismo, observo que tal pugna reventará en los próximos días o meses, porque es casi un hecho que la autoridad judicial fallará a favor de Uber, toda vez que aceptó el recurso de apelación.
En caso que así sea, los sindicatos afiliados al Frente Único de Trabajadores del Volante (FUTV) de Quintana Roo, seguramente realizarán marchas, cerrarán carreteras y buscarán paralizar la actividad económica a lo largo y ancho del Estado.
Hasta el día de hoy la actitud del presidente del FUTV de Quintana Roo, Eleazar Sagredo Ordoñez, es cauta, de la lengua hacia afuera apuesta a la sensatez y confía de que el gobierno de Mara Lezama los apoyará, pero vemos difícil que eso suceda siempre porque la decisión del ingreso o no de Uber y de otras plataformas digitales del servicio público es competencia del gobierno federal.
Lo que es casi un hecho, es que el próximo año se tenga una nueva Ley sobre Movilidad en Quintana Roo, una más avanzada a la que actualmente rige el transporte en la entidad.
¿Tendrá el gobierno del Estado y Federal algún «antidoto» para controlar a los enfurecidos taxistas cuando avalen el ingreso del Uber, o simplemente harán valer las cláusulas de la concesión en el sentido que la placa es propiedad del Estado?
Tiempo al tiempo…