Por: Jesús Amador
Chetumal.- Ni un mes logró la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan) mantener en el anonimato la descomunal deuda pública que el gobierno de Carlos Joaquín González trató de ocultar.
La presión social de los quintanarroenses por querer conocer el tamaño del desfalco cometido por la fraudulenta administración de CJ, aunado a la exigencia de la gobernadora Mara Lezama por saber a ciencia cierta la cantidad de pasivos que recibió, fueron suficientes para que Sefiplan hiciera pública la información completa.
A pesar que en los últimos meses de su gobierno Carlos Joaquín intentó hacer creer a los quintanarroenses que dejaba una deuda menor a los 20 mil millones de pesos, ahora nos damos cuenta que únicamente pretendió darnos «atole con el dedo».
De acuerdo con los números actualizados por la Sefiplan, la deuda de Quintana Roo es de 27 mil 44 millones de pesos, es decir, más de 6 mil millones de pesos en comparación a la que recibió del ex gobernador Beto Borge.
Insistimos, hasta ahora es la registrada por la Sefiplan, pero seguramente se incrementará, porque en varias dependencias se arrastran pasivos que la nueva administración deberá cubrir.
¿Qué necesidad tenía CJ para engañar a los quintanarroenses del despilfarro que cometió? ¿Habrá pensado que Mara Lezama lo iba a cubrir las espaldas y sus fechorías?
Tiempo al tiempo…