Por: Jesús Amador
Chetumal.- Será posible que algún parroquiano o ciudadano sensato pueda avisarle al nuevo titular del Instituto de Movilidad de Quintana Roo (Inmoveqroo), Rodrigo Alcázar Urruria, que entre sus principales responsabilidades como titular de citada dependencia es vigilar que los taxistas de los once municipios respeten las tarifas establecidas en su tarjetón, y no sólo para tomarse la foto en los eventos sociales.
La dejadez o complicidad con la cual el Inmoveqroo tolera el «asalto en despoblado» que realizan los taxistas trae enojados a miles quintanarroenses que requieren citado servicio. En varias ciudades, los socios y chóferes se pasan por el «arco del triunfo» las tarifas y cobran a placer ante la complicidad del Inmoveqroo que dormita.
Por ejemplo en Chetumal el tabulador de las tarifas es letra muerta, rara unidad lo porta a la vista de los usuarios como debe de ser, ahora han establecido como tarifa mínima la de 25 pesos. Para ellos (chóferes) ya no existen las de 21 y 23 pesos. Y las del servicio nocturno es peor, ya cobran 40, 45 y hasta 50 pesos el servicio, a pesar que la tarifa indica 33 pesos.
¿De qué sirve que el Inmoveqroo haya definido tarifas si varios de los integrantes del Frente Único de Trabajadores del Volante (FUTV) de Quintana Roo no la respetan?
¿A caso los ciudadanos tenemos que lidiar con «pillos» convertidos en chóferes de taxis que buscan asaltar a los usuarios del servicio?
¿Dónde está el Inmoveqroo, qué hace Rodrigo Alcázar que no los sanciona? ¿A poco no son suficientes las múltiples quejas que se hacen a través de las redes sociales?
Creemos que hasta el día de hoy Rodrigo Alcázar no entiende con exactitud la línea política que trae la gobernadora Mara Lezama, quién de diferentes formas ha expresado que su gobierno defenderá a ultranza a la gente humilde, a los pobres, a los de a pie.
Ojalá que citado servidor y sus huestes del Inmoveqroo lo entiendan pronto para frenar la voracidad en el transporte público quintanarroense.
Tiempo al tiempo…