Por: Jesús Amador
Chetumal.- No cabe duda que con el paso de los días el boquete que tuvo el PRI en Quintana Roo en las elecciones de junio del 2016 toma dimensiones insospechadas, a tal grado que su aún dirigente, Raymundo King de la Rosa, presiona, chantajea y hasta amenaza a sus simpatizantes para que sigan en el tricolor.
Hasta ahora tanto King de la Rosa como la Secretaria General, Alondra Herrera Pavon, han minimizado el problema, pero están conscientes que es imposible mantener tal farsa por mucho tiempo por eso su urgencia de conservar la diezmada estructura con la que compitieron el año pasado.
Pero las cosas están difíciles porque King de la Rosa no quiere recomponer el camino, no cambia su discurso triunfalista y no acepta trabajar como un partido de oposición. Sigue soñando que el PRI es el «partido todopoderoso» y puede pisotear el trabajo de otros institutos políticos.
King de la Rosa y su grupito de compinches que mantiene secuestrado el PRI-Quintana Roo, no aceptan haber perdido a varios de sus militantes o simpatizantes, y mucho menos, que estos ya trabajan para estructuras partidistas del PVEM, PRD, PAN, PES y Morena, por citar algunas.
Es una verdadera vergüenza enterarse que Raymundo King y Alondra Herrera, a través de sus allegados, presionen a ex priistas de los municipios de Lázaro Cárdenas, Tulum, Othon P. Blanco, Bacalar, José María Morelos y Felipe Carrillo Puerto, para que regresen a trabajar con ellos.
Raymundo King, quien en los últimos meses presume ser empresario hotelero (dueño del hotel diamante «Las Nubes»), esta actuando al más viejo estilo priísta, traicionando a la militancia y a personajes de la política nacional que lo han ayudado para mantenerse en el poder. Caso concreto del líder moral del Partido Verde, Jorge Emilio González, a quien en eventos públicos le besa los pies, pero en privado suelta sus pocos tentáculos para destruir todo lo que huela Verde.
En lugar de amenazar o chantajear a la gente, King de la Rosa debería auto evaluarse para saber si aún conserva el liderazgo para seguir dirigiendo los destinos del PRI, porque será titánica la tarea para sacarlo del hoyo donde ha caído.
Porque hoy en día lo único cierto que tiene este PRI, que engañosamente presume Raymundo King, es el rechazo de varios sectores de la sociedad quintanarroenses, en especial donde convergen grupos políticos afines al tricolor quienes siguen abandonándolo antes que termine de hundirse.
No hay peor ciego que el que no quiera ver y tal parece que eso sucede con el líder nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, quien se niega a ver y escuchar las voces de su militancia en Quintana Roo, optando por creer las «medias-verdades» que hace llegar King de la Rosa.
Tiempo al tiempo…