Por: Jesús Amador
Chetumal.- ¿Paciencia o valemadrismo? Cuál de esos dos motivos utilizará el gobernador Carlos Joaquín González para mantener a Francisco López Mena como Secretario de Gobierno de su administración, porque en año y medio su desempeño ha sido nulo.
En 18 meses López Mena ha dejado constancia de su incapacidad para dirigir la política interna de Quintana Roo porque en sus manos le han “estallado” desde pequeños e insignificantes problemas sociales hasta de agrupaciones políticas, provocando la ingobernabilidad que daña severamente la imagen de Carlos Joaquín ante los quintanarroenses.
Es obvio que el gris desempeño de López Mena no ha pasado desapercibido para la sociedad, la cual se pregunta el por qué el gobernador lo mantiene en la Secretaría de Gobierno a pesar de sus constantes yerros.
Desde su designación como encargado del equipo de transición, “Pancho” López, quien en 1999 fue candidato a la gubernatura por el PAN, mostró que su mayor virtud no era precisamente solucionar problemas y mucho menos un buen negociador.
Tal acción se observó desde antes de la toma de protesta de Carlos Joaquín (25 de septiembre del 2016), cuando fue relegado en las negociaciones que se realizaron en el Congreso del Estado para evitar que el PRI obtuviera el control del Poder Legislativo, cuyo trabajo fue encargado al ex encargado del Despacho del Ejecutivo, Miguel Ramón Martín Azueta y al hombre de todas las confianzas del Ejecutivo, Juan de la Luz.
Esa situación dejó en claro que el arribo de López Mena a la Secretaría de Gobierno era por una concertación política y no por capacidad, los cual hemos corroborado en este tiempo porque, hasta la fecha, no ha solucionado ningún problema social.
El año pasado tuvo la osadía de llamar “borrachos” a campesinos que se manifestaron en Bacalar; “revoltosos” a taxistas que se opusieron a la entrada de UBER en la entidad y “tiró de locos” a los galleros que marcharon por las arterias de esta ciudad que se oponían para reglamentar la cancelación de las peleas de gallos en los palenques y ferias en los onces municipios.
En los últimos meses en el Cereso se han suscitado dos motines y López Mena ha brillado por su ausencia. Lo mismo ocurrió con los habitantes de Akumal a quienes les cerraron el acceso al mar y el flamante funcionario público ni se inmutó. Y ayer, para no variar, no movió ningún dedo para interceder por los fayuqueros de la comunidad fronteriza de Santa Elena, quienes cerraron la carretera por supuestos atropellos de los aduaneros.
¿Entonces, será que Carlos Joaquín pretenda seguir teniendo a un “títere” en la Secretaría de Gobierno?.
Tiempo al tiempo…