Por: Jesús Amador
Chetumal.- Quiero ser fiscal de Quintana Roo porque es un deber moral y ético, y aun con los temores y riesgos que signifique, como jurista, quiero cumplir con la encomienda, expresó Eduardo Sadot Morales Figueroa, uno de los 20 aspirantes registrados que buscan la vacante que dejó Miguel Ángel Pech Cen.
En entrevista telefónica, el citado catedrático de la UNAM, comunicador y reconocido abogado mexicano, explicó los principales motivos por los cuales busca ser el «abogado de los quintanarroenses».
-Desde hace muchos años (casi 20) adopte a Quintana Roo como mi segunda casa y en todo este tiempo nunca tuve la intensión de incursionar en las procuradurías y ahora en las Fiscalías, hasta julio del presente año cuando mi hijo el más pequeño fue a trabajar las vacaciones a Playa del Carmen, de mesero junto con compañeros de su escuela. Llegó un sábado y el lunes ya estaba trabajando, pero el mismo lunes fueron a dejarle grapas de cocaína y le dijeron que las vendiera o se las metiera por la nariz, al siguiente día los mafiosos fueron a cobrarle y le dejaron otras grapas, obvio no tenia con que pagar y tampoco estaba dispuesto a venderlas, pero no quisieron que se las regresara; ese mismo día se llevaron a un mesero porque según ya les debía, ante tal situación mi hijo tomó la decisión de irse de Playa asustado y llorando se regresó. También, hace cerca de doce años me secuestraron a mi hijo el más grande, pero en la Ciudad de México.
Tales acontecimientos, aunado a los problemas de seguridad, delincuencia y crimen que observamos hoy en día en Quintana Roo y México, me calaron en lo más profundo, a tal grado que estoy dispuesto en arriesgar el modesto prestigio que he cultivado toda mi vida, poner en riesgo la seguridad de mi familia y quizá la mía propia. Estoy convencido de participar en esta aventura-, comentó.
Cabe señalar que la propuesta de Sadot Morales para ser el próximo fiscal de Quintana Roo es respaldada por gente experta en el tema, como el maestro Aaron Hernandez López; el doctor Carranca y Rivas, así como de los exprocuradores de estados tan conflictivos como Guerrero, Michoacan, Morelos y Tamaulipas, que cumplieron con dignidad, honestidad y entrega su encomienda.
Todos estos expertos en la materia, al igual que penalistas de renombre de la facultad de derecho de la UNAM que han escrito varios libros sobre la materia, han aceptado participar en este intento.
«Estos compañeros me postularon y la acepté con todo gusto, porque además de los motivos personales arriba expuestos, lo considero un deber moral, ético, como mexicano y quintanarroense. Como jurista cumpliré con mi responsabilidad, con todos los temores y riesgos que significa, y si no se logra la nominación mi conciencia estaría tranquila porque ofrecí mi experiencia por una noble causa. Al menos no fui omiso en excluirme de esa responsabilidad», concluyó.