Por: Jesús Amador
Chetumal.- Luego de dos años de intensificarse la violencia en Quintana Roo -casi 900 muertos por ejecución entre 2017 y en estos primeros meses del 2018. Incomparable con las 137 ejecuciones registradas en el 2016-, por primera vez observamos acciones contundentes por parte de la administración estatal que podrían rescatar la seguridad pública que tanto anhelan los ciudadanos.
A la par con el esfuerzo del gobierno federal que desde principio de año dio muestra de querer proteger Cancún y la Riviera Maya (destinos turísticos que producen el 9% del PIB nacional), lo cual quedó demostrado con el arribo de más de un millar de policías militares, ahora al gobernador Carlos Joaquín González hace lo propio cambiando a los titulares de la Secretaría de Seguridad Pública (SSPQROO) y de la Fiscalía General del Estado, Rodolfo del Ángel Campos y Miguel Ángel Pech Cen, respectivamente.
Desde que asumió la encomienda Joaquín González tuvo conocimiento del grave problema de inseguridad que prevalecía en Quintana Roo y desde aquel 26 de septiembre del 2016 dio muestra de tener la intención de revertirla al incrementarle el salario a los policías, comprar cientos de patrullas e invertir casi 3 mil millones de pesos para dotar de tecnología de punta a los cuerpos policiacos, pero hasta hoy no logra el objetivo.
Quizá los magros resultados observados en los once municipios a pesar de la cuantiosa e histórica inversión hecha en materia de seguridad no sea el principal enojo de Carlos Joaquín, comparado con la enorme decepción que siente porque su amigo Rodolfo del Ángel, a quien con los ojos cerrados confió la seguridad de los quintanarroenses, le falló y tras 24 meses se da cuenta que fue una mala decisión.
Desde hace varios meses que Carlos Joaquín ya había decidido cambiar a Rodolfo del Ángel –fuentes cercanas al mandatario expone que fue desde la balacera en Playa del Carmen-, pero no quería traer cualquier fulano o militar retirado. Desde ese tiempo mantenían contacto con Capella Ibarra y Luis Felipe Saiden. Se decidieron por el primero debido a la negativa del yucateco, quien sugirió al Ejecutivo que uno de sus muchachos ocupara la vacante de “mercurio”.
Y vaya que Jesús Alberto Capella Ibarra llega a Quintana Roo por la puerta grande. Cuando menos ese fue el mensaje enviado ayer por el gobernador al presentarlo de manera personal (ha sido el único funcionario de la administración estatal presentado por Carlos Joaquín) y porque sus peticiones: limpiar los ceresos, tener el control de los C-4 de los municipios y poner al próximo titular de Seguridad Pública en Cancún (Jesús Pérez, fueron cubiertas sin contra tiempo alguno.
Ahora ya con la llegada de Capella Ibarra a la SSPQROO; el posible arribo de Gustavo Salas al interinato de la FGE; la estadía de mil 500 elementos de la Policía Militar en Cancún; la reubicación de 130 delincuentes de alta peligrosidad y el desmantelamiento de los autogobiernos en los Ceresos de Chetumal, Playa del Carmen y Cancún; la entrega del C-4 de Solidaridad y el nombramiento de algunos directores de seguridad pública en municipios de la zona norte, podemos presumir que el gobierno de Carlos Joaquín se encuentra en condiciones de garantizar la seguridad a los quintanarroenses?
Tiempo al tiempo…