Por: Jesús Amador
Chetumal.- Resulta obvio que la actual campaña proselitista no ha sido del interés de la mayoría de los quintanarroenses y también de algunos dirigentes de partidos políticos, como el priista Manuel Díaz Carvajal y del morenista, Ricardo Velazco Rodríguez, quienes tienen abandonados a sus candidatos.
La carrera por formar parte de la décima sexta legislatura de la mal llamada «Cámara de Diputados» -lo real es Honorable Congreso del Poder Legislativo del Estado de Quintana Roo-, empezó con acciones al por mayor de los cientos de candidatos, pero en su mayoría, sin el respaldo de sus dirigentes, llámese locales o nacionales.
En estos primeros diez días de proselitismo, el perredista Rafael Esquivel Lemus sobresale entre el resto de los dirigentes, porque es de los pocos, por no decir el único, que se ha inmiscuido en las caminatas y mítines de sus candidatos. Xaquib Medina Dacak (MAS) y el panista, Juan Carlos Pallares Bueno, también han hecho lo propio pero en menor medida.
Empero, hay un grupo de dirigentes que compiten como candidatos y por ende han abandonado su responsabilidad, entre estos sobresale el nefasto Hernán Villatoro Barrios, quien en su vaga idea por volver a ser diputado abandonó la tarea de dirigir los destinos del PT. El verde, José de la Peña Ruiz de Chávez, apenas se da tiempo para checar los distritos que se encuentran en el municipio de Benito Juárez. Gregorio Sánchez Martínez se encuentra inmerso en su papel de candidato y en la lucha interna que mantiene para que el PESQROO conserve el registro y José Luis Toledo Medina anda metido de lleno en su campaña por lo que ha dejado en segundo término su labor como dirigente de Movimiento Ciudadano.
Pero el priista Manuel Díaz, el morenista Ricardo Velazco y el de Confíanza, Roger Cáceres, se han desatendido por completo del proselitismo de sus candidatos.
Se presume que la ausencia de Díaz Carvajal a los eventos de los priistas se debe en buena medida al nulo poder de convocatoria que posee y al cero liderazgo que lo caracteriza.
Mientras que el morenista Ricardo Velazco se hace «ojo de hormiga», quizá porque sus decisiones o recomendaciones no fueron avaladas por la dirigencia nacional de Morena, a tal grado que varias candidaturas se resolvieron en los tribunales.
De Cáceres Pascacio no podemos opinar gran cosa, es un aprendiz de la política y seguramente estará en su casa rezando a «San Bartolome» para sacarse la rifa del tigre, tomando en cuenta que él es el primero en la lista de plurinominales de Confianza Por Quintana Roo.
Quizás la mayoría de estos dirigentes no entienden que en campañas electorales cortas, como la actual, debe concentrar sus esfuerzos en organizar la estructura de apoyo y hacer acciones provocando o motivando la intención del voto a favor de sus candidatos. No únicamente malgastar las prerrogativas económicas que la autoridad electoral destina de manera generosa en cada proceso electoral.
Entonces, será posible ver que los tutores de los priistas y morenistas hagan campaña con sus huestes o seguirán soñando en grandesas y buscando formas para comprobar los millones de pesos que recibieron?
Tiempo al tiempo…