Por: Jesús Amador
Chetumal.- Apenas tiene unas horas en el poder y Hernán Pastrana Pastrana ha dejado constancia de ser un político corrupto igual o peor de los que se fueron, de entrada designó a su yerno Jaime Valle Villaseñor como director de servicios públicos y avaló la contratación de familiares directos de regidores.
Es posible que por su edad -con todo respeto para los adultos mayores- el alcalde de OPB no entienda que el nepotismo es parte medular de la corrupción, ese terrible cáncer que Andres Manuel López Obrador afanosamente busca desterrar de México.
Tal parece que Don Hernán Pastrana no era asiduo seguidor de AMLO, porque en uno de sus más grandes discursos expuesto en la mítica Ciudad de San Luis Rio Colorado, Sonora, durante su gira proselitista, dijo: » No se vale meter al cuñado al hermano y al abuelo al gobierno municipal. Hago un llamado a desterrar las prácticas de nepotismo e influyentismo en los gobiernos municipales y estatales emanados de Morena.
No queremos amiguismo en el Gobierno, nada de llenar de familiares a los gobiernos municipales. No es que ya llegaron mi primo y mi cuñada y mi tía y mi abuelo y van a estar ocupando cargo en el Ayuntamiento; eso lo reprobamos, no luchamos para eso», refirió en aquel entonces el peje.
Entonces qué Don Hernán, usted es morenista y seguidor de la doctrina de Andrés Manuel o sólo un oportunista que aprovechó la coyuntura para llegar al poder?
Yo en lo personal dudo que sea Lopezobradista como millones de mexicanos que siguen los ideales del hijo pródigo de Macuspana, porque de lo contrario no hubiera contratado a su yerno Jaime Valle Villaseñor.
Mucho menos tolerado que el primer regidor José Luis Murrieta intercediera para colocar a su suegro, Othoniel Segovia como su Secretario Particular.
Y tampoco avalar que los hermanos de la octava regidora, Delfina Cruz Martínez sean designados Oficial Mayor (Daniel) y director de Desarrollo rural (Teodoro), respectivamente.
En verdad Don Hernán, desde ahora dudo que usted sea el hombre correcto para abanderar el proyecto de la «Esperanza de México» en Chetumal. No le veo agallas o temple para que usted encabece la «cuarta transformación» en este rincón nacional.
Le confieso que me gustaría estar equivocado, quisiera que con acciones honorables usted me desengañe, pero mientas tanto creo que al igual que un servidor, miles de chetumaleños, están decepcionados, ya no creen en usted. Nos ha fallado.
Tiempo al tiempo…