Por: Jesús Amador
Chetumal.- «El pueblo tiene a sus autoridades que se merecen», subraya reconocida frase y en ese tenor preguntamos qué habrán hecho los carrilloportenses para tener a una Presidenta Municipal que se ocupa en cosas banales en lugar de solucionar las necesidades básicas de la comunidad.
En casi dos años de gobierno, Mary Hernández, ha hecho todo lo contrario a los principios fundamentales de la Cuarta Transformación (4T). Camina en el descrédito y arrogancia. Agarró el camino contrario en donde transita el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y la gobernadora Mara Lezama. Sus excesos son vox populi, y lo peor, es que van en aumento.
Entendemos que al pueblo hay que darle «pan y circo», pero hasta para eso hay que tener gracia, se requiere algo que guste o mueva masas. ¿Quién habrá tenido la sesuda idea de traer a la polémica integrante de la LGTBIQ+, Wendy Guevara, a los festejos de las fiestas patrias en citado municipio?
De ninguna manera cuestionamos la afinidad sexual de toda persona, incluido la de la actual alcaldesa, únicamente llama poderosamente la atención la presencia de semejante personaje de la farándula en un evento donde, se supone, los mexicanos (as) sacamos a relucir el amor patrio y sentirnos orgullosos por las gloriosas batallas que enfrentaron nuestros ancestros para darnos Libertad.
Ni el egocéntrico ex alcalde, José «Chac-Mex» Esquivel Vargas, a quien le gustaban las «cariñosas», se atrevió a hacer tremenda barbarie y desafiar las usos y costumbres de los carrilloportenses, quienes en su mayoría apenas exigen tener servicios basicos como agua potable, energía eléctrica, pavimentación y medicamentos. Sin anhelar drenaje sanitario, relleno sanitario y mejorar los estándares educativos.
En fin, únicamente falta esperar que el verdadero espectáculo de citada ganadora de la «Casa de los Famosos» lo otorgue a los carrilloportenses de a pie durante el grito de Dolores, y no después, en el convivio de la «elite» social de la zona Maya.
Tiempo al tiempo…