Por: Jesús Amador
Chetumal.- No cabe duda que la dirigente del Partido del Trabajo (PT) en Quintana Roo, Patricia Casado, aprendió muy bien las artimañas del «maestro de la infamia» y ex dictador, Hernán Villatoro Barrios, pues ahora mismo trae engatuzados a unos ingenuos chetumaleños a quienes promete hacerlos candidatos a «algo» en la elección del 2022, pero que en la realidad -presumimos-, sólo les dará «atole con el dedo».
El doble discurso que maneja la citada dama quedó al descubierto la tarde de ayer, cuando el dirigente del PT en OPB, Manuel Graniel Heredia, resaltó ser él, legalmente, el dirigente hasta el 2024.
Entonces ¿A qué le jugará el joven dirigente de los volqueteros «Caja Roja», Antonio González Notario, cuando presume ser «alguien importante» del PT en OPB. Será que sólo anda buscando reflectores para aspirar a un cargo de elección popular auspiciado (no engañado) por Patricia Casado? Podría ser que sí, quizá tenga encendida una velita del mismo tamaño a la ocupada por el empresario restaurantero, Joaquín Noh Mayo, para ver si logra hacerse realidad el milagro prometido.
Es obvio, para nosotros y muchos quintanarroenses (quizá no para el joven Antonio González y «Huachito» Noh) que la citada dirigente sólo los ilusiona; porque seguramente estos hombres de buena fe y otros ingenuos, no tienen ninguna posibilidad de ser candidatos cuando menos en las elecciones del 2022 por el PT.
En los grandes círculos de la política quintanarroense corre fuerte el rumor que Patricia Casado tiene un compromiso con gente de Morena para impulsar a dos jóvenes políticos de Chetumal, uno de ellos ocupó una privilegiada posición en el nefasto gobierno de Othoniel Segovia Martínez y él otro, en la actualidad es un «huérfano político», debido a que su instituto perdió el registro.
Desde ahora se antoja difícil que pueda cumplir el compromiso, porque el PT, si bien le va en la reparticion de las XV diputaciones, obtendría dos espacios y sólo uno de ellas sería en Chetumal.
¿Serán esos los motivos suficientes por la cual insiste en desacreditar el trabajo del diputado petista, Roberto Erales Jiménez, a fin de evitar su posible reelección. Y jugar con la inocencia de varios ciudadanos cuyo único interés es tener una posición desde donde servir a los quintanarroenses? Podría ser, y más si tomamos en cuenta sus últimas acciones donde ha demostrado que sus verdaderos intere$e$ han sido negociar el trabajo de los representantes petistas, como ocurrió en Puerto Morelos con la admirable labor que viene desempeñando la regidora, María Fernanda Elvear.
Tiempo al tiempo…