Por: Jesús González
Chetumal. – Aunque durante las campañas electorales, partidos políticos y candidatos aseguran que llegando al poder combatirán la corrupción, los llamados «gobiernos del cambio» en el país y algunos estados de la república no han sido una solución al problema.
Esto lo destacó, Guillermo Alejandro Noriega Esparza, especialista en materia de trasparencia, rendición de cuentas y combate a la corrupción en entrevista antes de una ponencia sobre el sistema anticorrupción en México y sus estados.
El especialista también señaló que partidos políticos y los gobernantes corruptos son el principal obstáculo para aterrizar las estrategias y el combate a la corrupción, porque pretender imponer cada uno autoridades a modo para «combatirla y erradicarla».
Sobre la alternancia de los partidos políticos en los gobiernos del país y de algunos estados de la república, dijo, que los cambios de régimen no son la maravilla, y aunque se considera deseable, no es la panacea al problema.
Recordó que a nivel nacional no se ha podido nombrar al fiscal anticorrupción porque desde las estructuras políticas vigentes, se resisten a tener al frente del organismo creado para perseguir a los corruptos a una persona sin ataduras políticas, e insisten en tratar de nombrar a cualquiera de sus incondicionales.
«A quien más les conviene que el sistema anticorrupción nazca desprestigiado es a los mismos corruptos, ser perseguidos por instituciones deslegitimadas es lo mejor que les puede pasar, lo más sano es construir instituciones de combate a la corrupción sin cuotas de poder para los partidos o grupos políticos», advirtió.
Otros de los problemas que genera la corrupción es incertidumbre económica, y de tipo social en cualquier ámbito, sobre todo en temas de seguridad pública, porque la participación de policías en delitos y venta de impunidad es en algunas zonas del país, muy evidentes.
«Entre los más graves está la falta de inversión, porque los empresarios no apuestan donde los costos de oportunidad son muy altos», advirtió.
Llamó a la sociedad a vigilar y presionar para que el sistema nacional y los sistemas estatales anticorrupción, se construya lo más limpio posible, cuidarlo y defenderlo de cualquier intento de atentando contra su legitimidad y legalidad de parte de quienes desean continuar con la corrupción que es el segundo problema más grave en México, después de la inseguridad.