Por: Jesús Amador
Chetumal.- De entrada, Yensuni Martínez, presidenta electa de Othón P. Blanco se anotó un significativo punto a su favor sobre la pesada esperanza que trae a cuesta por parte de los pompeyenses, al subrayar que no habrá «borrón y cuenta nueva» contra las personas que saquearon o afectaron la hacienda pública (obviamente no mencionó a Othoniel Segovia ni a Luis Gamero, o a los esbirros que hicieron del gobierno municipal su «minita de oro»).
Es obvio que Yensuni conoce a fondo el enorme malestar causado a la mayoría de los chetumaleños (pompeyenses) por el valemadrismo, la dejadez, el compadrazgo y el tráfico de influencia que distingue a la feneciente administración de Othoniel Segovia, incluso podemos decir que ella fue una de las principales afectadas cuando se desempeñaba como síndica. Por eso desde ahora no sólo se desmarca de citado grupo que tomó por asalto las arcas municipales, sino les advierte que auditará cada peso que supuestamente gastaron en beneficio de la gente.
«No habrá borrón y cuenta nueva. Los personajes que en su momento lastimaron la administración deberán rendir cuentas. La administración pública no concluye cada trienio, las deudas continúan y el pueblo necesita saber en dónde se invirtieron o gastaron el dinero», comentó.
Y vaya que tiene razón, o cuando menos eso espera la gente de ella, que audite a los salientes e incluso, «seguir el hilo» y llegar a otros ex presidentes municipales que actuaron igual o peor que «Ali Babá y sus 40 ladrones».
¿Será que Yensuni Martínez siga al pie del cañon el decálogo de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y sea la «mesías» que esperan los pompeyenses desde hace varios ayeres? De entrada cuenta con todo los argumentos a su favor para lograrlo: el respaldo de la mayoría de los pompeyenses, buena parte del sector empresarial, así como de diversos sectores sociales, culturales y religiosos.
Pero no todo será miel sobre hojuelas. Ella conoce la historia del 2016 cuando los pompeyenses (chetumaleños) se volcaron a las urnas para hacer ganar la gubernatura a Carlos Joaquín, pero esa luna de miel a duras penas duró par de años.
Entonces, si Yensuni desea consolidar la buena química que trae con la mayoría de los chetumaleños, es necesario hacer una real auditoría al gobierno de Othoniel Segovia, y no sólo un «chan revisión» que únicamente sirva para taparle el ojo al macho.
¿ Será que Yensuni cristalice uno de los principales conceptos de AMLO, el de no MENTIR? Si logra aplicarlo (no mentir) sobre la real auditoría contra el gobierno de Othoniel Segovia, seguramente estaremos viendo el nacimiento de una nueva política de la región.
Tiempo al tiempo…