Por: Jesús Amador
Chetumal.- ¿No que la llegada de Marisol Alamilla Betancourt a la Secretaría de Educación de Quintana Roo (SEQ) fue una cuota política que cubrió el gobierno de Carlos Joaquín al SNTE y al Partido Nueva Alianza (Panal)?. Bueno ese fue el comentario aceptado por sus dirigentes hace un año y trascendió que la negociación contó con la aprobación de todos los grupos políticos, pero a un año de distancia, tal parece ser que el acuerdo no estaba bien amarrada o en su defecto, no todos están contentos con tal situación.
Como ciudadano y ante el desatinado desempeño de Marisol Alamilla al frente de la SEQ durante este primer año debería aplaudir y reconocer el feroz y puntual cuestionamiento que hizo el diputado aliancista, Javier Padilla Balam a citada funcionaria durante su comparecencia ante el Congreso del Estado, pero no lo reconozco y sí, al contrario, lo cuestiono porque en su primer año como legislador ha sido incongruente. Sólo ha ocupado el escaño para saciar y cuidar los intereses de su pequeño grupo político.
Podríamos asegurar, pero mejor optó por presumir, que el «sobresaliente» cuestionamiento de Padilla Balam al desempeño de Marisol Alamillla trae acuse de recibo desde Bacalar, donde su alcalde, Alexander Zetina Aguiluz, busca desesperadamente reelegirse en el cargo.
Zetina Aguiluz no encuentra el camino para reelegirse, principalmente por el rechazo que trae de los propios priistas de Bacalar y la cerrazón del Partido Verde, quienes aseguran que no lo apoyarán.
Tal situación ha obligado al aliancista Zetina Aguiluz a buscar nuevos horizontes. Está consciente que sería un suicidio ir sólo por la reelección en el 2018. Su desesperación lo orilla a cometer yerros como este último, porque lejos de llamar la atención del gobernador Carlos Joaquín -que podría ser su única salvación-, le generó un desaguisado porque al final Marisol Alamilla forma parte de su gabinete.
Con quien seguramente abrió un monumental boquete es con el grupo del diputado federal aliancista, Carlos Gutiérrez García, porque fue a través del citado legislador que las dirigencias nacionales del SNTE y Panal llevaron a cabo la negociación con el gobierno de Carlos Joaquín.
No cabe duda que Alexander Zetina ha perdido la brújula o equivocado la estrategia para reelegirse. El poder político lo ha mareado, se ha olvidado de sus orígenes, de las formas que utilizó para llegar a la dirigencia de la sección XXV, a la diputación local, a la diputación federal y a la presidencia municipal de Bacalar.
Valdría la pena recordarle que todas las posiciones las alcanzó por acuerdos y respaldado por el SNTE –llámese Elba Esther Gordillo- y del Panal.
Entonces que necedad de no seguir lo que marca el librito?
Si alguien puede sacarlo a flote y cuando menos garantizarle que compita –no que gane- en las elecciones del 2018, es la dirigencia nacional del SNTE y Panal, y para lograrlo necesariamente tendrá que negociar con su ex amigo, bueno eso presumo, Carlos «Canibal» Gutiérrez García.
Tiempo al tiempo…