Por: Jesús Amador
Chetumal.- Mientras muchos quintanarroenses anhelan tener cualquiera oportunidad para contribuir al triunfo de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en las elecciones del 2018, hay algunas personas, como Tania Casamadrid Alfaro que se «ponen sus moños».
La citada persona que hasta el 2015 era militantes del Partido del Trabajo (PT) y que en el último tramo de la pasada campaña proselitista estatal se definió como «joaquinista», lo que le valió ser recompensada como delegada del IEEA en Bacalar donde laboró hasta diciembre pasado, ahora desairó la propuesta de Morena quien la consideraba entre su terna para la diputación federal del II distrito electoral.
Con la mano en la cintura, la hija de la antropóloga Ofelia Casamadrid, mandó a la goma la invitación de Morena para integrar el equipo con el cual contendrá en las elecciones de julio del 2018.
«En la última encuesta para la diputación federal Tania salió con buenos números, por eso la dirigencia estatal y nacional la contempló como coordinadora distrital, pero desafortunadamente no lo aceptó», aseguró una fuente digna de todo crédito.
Y resulta creíble tal situación porque Tania Casamadrid es de las políticas que gusta caminar sobre seguro y la candidatura a la diputación federal, en caso de perder, la dejaría con las manos vacías, económicamente hablando.
Se presume que el objetivo de Tania es obtener la candidatura de Morena a la presidencia municipal de Bacalar, cosa que se antoja sumamente difícil porque en la encuesta que mandó a hacer AMLO sobresalen los nombres de dos políticos ( Juan Manuel Herrera y Rivelino Valdivia) y no el de ella.
Hasta cierto punto admiramos la postura de Tania por rechazar la oportunidad tan grande que le brinda Morena, pero no la compartimos porque es un acto suicida. Creemos que aún es tiempo que Tania recapacite y se integre a ese selecto grupo de quintanarroenses que apoyarán la causa.
Tiempo al tiempo…