Por: Jesús Amador
Chetumal.- En los pasillos de la Universidad Autónoma de Quintana Roo (Uaqroo) corre fuertemente el rumor que Francisco López Mena dejó las «arcas vacías», motivo por el cual desde ahora la rectora Natalia Fiorentini Cañedo estaría buscando alternativas que permitan tener cuando menos 50 millones de pesos para cubrir sueldos y prestaciones de fin de año a los más de 500 trabajandores.
Tal rumor crece a pasos agigantados, agitado por la propia rectora, quien se la pasa diciendo que «no hay dinero» a cuanto catedrático osa charlar con ella.
Y es casi seguro que así de maltrechas estén las finanzas de la «máxima casa de estudios» de Quintana Roo, tomando en cuenta que desde hace dos meses el gobierno federal terminó de depositar los más de 250 millones de pesos que le corresponden en el 2023.
Y la erogacion que viene en los próximos meses no es una «baba de perico», se trata de una importante derrama de recursos. Por ejemplo: Para absorver el Impuesto Sobre la Renta (ISR) por las presentaciones navideñas requieren 18 millones de pesos; para la carrera docente más de 8 mdp, y cubrir ascensos escalafonarios de los docentes y administrativos más de 10 mdp, es decir, 38 mdp adicionales al gasto corriente.
Obviamente el tiempo juega contra la novel rectora, es su primera «prueba de fuego» y seguramente dependerá de sus logros para saber si se gana el respeto de los 505 trabajadores que laboran en los campus y alma mater, o el repudio.
Aquí lo importante es ver hasta dónde el gobierno de Mara Lezama ayudará a la rectora a resolver el «boquete» financiero. Pero también, si las auditorías llamarán a cuenta al ex Rector que ahora cómodamente se la pasa dizque impartiendo cátedra en la zona maya.
¿Podrá la doctora Natalia destrabar un asunto meramente económico, o dará pie a generar un conflicto político-sindical?
Tiempo al tiempo…