Por: Jesús Amador
Chetumal.- Quién, quiénes o qué grupo político habrá intercedido al interior de la XVI Legislatura para que manera por demás apresurada avalaran la reelección de Mariana Dávila Goerner y Adriana Cárdenas Aguilar como Magistradas Numerarias del Tribunal Superior de Justicia en la inusual sesión ordinaria celebrada la tarde-noche del jueves pasado.
Hasta la tarde del miércoles 27 de octubre (al concluir la habitual segunda sesión ordinaria) no se tenía contemplado abordar el tema de la reelección de ambas Magistradas, aunque su plazo vencía el último minuto del viernes 29 de octubre.
Hasta ese día (miércoles 27 de octubre), tanto Mariana Dávila como para Adriana Cárdenas daban por descontado que no lograrían la reelección a pesar del respaldo otorgado por sus «padrinos» o «madrinas» políticos. Incluso la primera ya había sacado todas sus pertenencias en el palacio de justicia y despedido del personal que ahí labora.
Pero todo cambió a partir de esa noche y mañana del jueves 28 de octubre. Se desconoce con exactitud de dónde vino la orden para que los diputados programen la inusual tercera sesión ordinaria (supuestamente adelantaron la del martes próximo) e incluyeran ese tema. La orden tomó por sorpresa a muchos de los 25 diputados, o quizá varios de ellos no quisieron avalar tal indicación y optaron por no asistir al pleno legislativo, aunque al final 16 lo hicieron.
Es obvio que la reelección de ambas magistradas fue por cuestiones politicas y no por capacidad o cuestiones laborales, de manera particular con Mariana Dávila, cuyo trabajo ha generado muchas quejas por tardanza en que emite sus sentencias.
Vale precisar que ambas abogadas alcanzaron la curul durante el gobierno de Roberto Borge Ángulo, y por ende, se presumía que no formaban parte del equipo del inquilino de la 22 de enero.
¿Será que ya fueron beatificadas por los «joaquinistas» ó fue otra de las jugadas de cuatro bandas que viene realizado «el gato» ahora en su papel como asesor principal de una candidata morenista a la gubernatura de Quintana Roo?
Lejos de quién o quiénes hayan interferido para lograr la reelección de ambas magistradas, lo único cierto y que nos debe ocupar a los quintanarroenses, es que tenemos un Poder Judicial voluble y maniatado para lograr ser verdaderamente autónomo.
Tiempo al tiempo…